Uno jugò en Boca. El otro desea jugar.
Uno no quiere regresar. El otro se muere por vestir la azul y oro.
Uno es suplente y no juega hace 5 partidos. El otro es titular en su equipo, gana buen dinero, pero igual quiere ser jugador de Boca.
Ellos son Riquelme y Graciàn, respectivamente.
Creo que tanto entusiasmo pùblico de parte del Tano, merecen un mayor esfuerzo por parte de los dirigentes del club.
LAS DOS CARAS DE LA MONEDA
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